Una vez que estuvimos instalados en el hotel, dejamos todo y salimos a buscar un lugar donde comer ricos pinchos.De paso, dimos una vuelta por el casco antiguo que es donde más cómodos y felices nos sentimos siempre.
Los edificios, aunque con sello propio, se emparentan bastante a los del país Vasco. Tienen una estética muy similar.
Seguramente no comprendas el porqué de esta foto. Para mí significa mucho. Porque desde mi primer viaje a Europa sola, cuando tenía unos hermosos 25 pirulines y había soñado ese viaje desde chica, vi estos árboles en desnudos muñones. Siempre en enero, siempre en pleno invierno. Y ahora verlos queriendo reverdecer, me emocionó mucho. la vida y sus ciclos, qué misterio más bello.
Santander es sobria, elegante y "copetuda". Una ciudad muy cuidada y bien vivida que se extiende junto al mar apoyándose sobre los cerros. Capital de la Comunidad Autónoma de Cantabria despegó comercialmente desde que los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia tomaron esta villa como destino de sus vacaciones. Esto hizo que mucha de la burguesía y la aristocracia española, siguiendo a los reyes, eligieran a Santander para mostrarse y disfrutar del tiempo veraniego.
Rodeada de agua, playas bellas como la del Sardinero, cerros, vegetación...es sin dudas un destino merecedor de ser visitado.
Nos habían recomendado pasar por Casa Lita a por unos pintchitos. Parece que tienen un jefe de cocina con una estrella Michelín. Estaba muy cerca del hotel, por Paseo Pereda 37.
Qué te voy a decir...todo taaaan rico! Comer en España e Italia es un placer gastronómico inigualable.
No envidio para nada a quienes les da lo mismo comer una cosa que otra. A pesar de mi sobrepeso tan combatido - por épocas ( seamos sincera)- , me siento una bendita al disfrutar de la diversidad de sabores, texturas, aromas...de cada región. Claro que me encantaría que esto no se reflejara en mi onda "curvisize" , pero es lo que hay y aunque no sé qué daría por la delgadez natural que te hace tan elegante, comer bien rico me hace sentir una verdadera privilegiada.
Bueno, con la panza llena, nos vamos a hacer una siestita reparadora, que el Vasco manejó bastante,y merece un poco de descanso...jaja! Y después a pasear! pero,eso te lo muestro el lunes! Nos vemos!
Ah...gracias, siempre gracias! Te espero! Muy buen fin de semana!