jueves, 26 de julio de 2018

Ferrarini, un mundo de auténticos sabores italianos.

Cuando el Vasco empezó a trabajar con los productos de Ferrarini se hizo un evento y degustación en Buenos Aires para dar a conocer esa alianza comercial. Y en dicha oportunidad se pasó un video sobre todas las plantas de producción de esta legendaria empresa italiana, sobre sus productos, la calidad de los mismos y en el que se mostraban los lugares , los paisajes y terrenos que favorecen el  nacimiento de la materia prima que deviene en este tipo de excelente producción.
Y claro, aunque al probar los productos todos se daban cuenta de la exquisitez de los mismos, el video me resultó - quizás- un tanto inverosímil? (Ponele). Todo no podía ser tan bello...o sí?

El día en Reggio Emilia había comenzado bien temprano para salir a recorrer todas las plantas. La de producción del Parmegiano Reggiano ( una especie de Disney World para los amantes fervorosos del buen queso), la de los prosciutos ( de un sabor tan delicado y exquisito que hacen diferencia con holgura del resto) , la del vino típico de la región como lo es el Lambrusco y la del aceto balsámico de Reggio Emilia ( pura poesía). 


En primer lugar visitamos la planta de producción del Parmigiano Reggiano. Te juro que se me aceleraba el pulso de sólo imaginarme, lo que mi imaginación no alcanzaba a imaginar.


Al entrar el olor a leche es impresionante. Para hacer cada una de las ruedas de este queso sublime, se necesitan 500 litros de dos tipos diferentes de leche. Utilizan por un lado la de vacas Jersey y por otro, la de vacas Frisonas, eso es lo que hace a este queso Ferrarini, diferente a los demás. Te juro que vale la pena probarlo!

Si visitás su página web te encontrás con lo que yo pude vivir en persona. Todo tan cierto como lo que allí grafican.



Ollas inmensas de cobre en las que los dos tipos de leche más el suero natural a cierta temperatura logran el inicio de la maravilla.


Con esos lienzos de algodón se va dando forma a la masa inicial que fue dividida en dos.







El salado en piletones...

Y es acá donde si sos quesera como yo, creés haber llegado al paraíso, te lo juro!


Estas hormas de 40 kilos de queso  son controladas a las 12 meses por el Consorcio del Parmigiano Reggiano para ver si cumplen los requisitos para que puedan ser selladas a fuego con la sigla DOP ( DENOMINACION DE ORIGEN PROTEGIDO) con su número de pieza correspondiente, lo que la convierte en una pieza única con garantía de calidad.




No hiperventilás?


Abrieron una delante de nosotros, para que degustáramos, mientras nos explicaban cómo acontecía el milagro de este queso excepcional y por Dios...casi me arrodillo delante de la horma y le rezo unas plegarias en agradecimiento por tanta maravilla.


Ojalá la foto pudiera transmitir el sabor, la intensidad, la untuosidad, la firmeza justa, ese granito de sal delicado que al morderlo marca la diferencia. En fin...un festín gastronómico como pocos.



Todos felices como niños adorando al dios formaggio!



Acá con "La Betty", una preciosa persona que trabaja en Ferrarini y nos hizo de puente para que pudiéramos disfrutar de todo aquello y de todos los días que estuvimos allí y a su lado,  Carmela, otro encanto de persona,  que hace las veces de puente entre el Vasco y Ferrarini. Muy linda gente! Mujeres espléndidas y apasionadas de su trabajo y del producto que venden con merecido orgullo. 


Seguimos camino para conocer la planta de los prosciuttos curados! Mamma mía! Y nuevamente todo lo que ellos promocionan en su página es tal y como lo ves.






Ojalá en algún momento te cruces con este producto, te aseguro que son un viaje de ida. 

Prosciutti Crudi

Y el prosciutto cotto, mi preferidísimo!!!! Lástima que esa planta no nos dio el tiempo para visitar. Es un jamón absolutamente natural, macerado con 21 hierbas aromáticas sin conservantes de ningún tipo.

Prosciutto Cotto

Después fue el turno de los vinos y del tradicional aceto balsámico de Reggio Emilia, que no es el de Módena tan promocionado. Cuando recorrimos el terrúneo que permite la reproducción de la uva que le da ese cuerpo y carácter tan peculiar tanto al vino Lambrusco como al aceto, entendés que todo lo que habías visto en el video aquel promocional del evento inicial en Buenos Aires era cierto 100% verdadero. Ya nada te resulta inverosímil...todo lo visto EXISTE!







El auténtico oro negro, el aceto balsámico tradicional, de consistencia más cremosa y de un sabor intenso pero delicado. Realmemte es magia pura en la boca .

 Aceto Balsamico di Modena














Para nosotros que somos dos disfrutadores natos de una buena mesa, que la cocina nos apasiona y comer un producto de calidad premium nos sabe a gloria bendita, te aseguro que haber conocido  la manera de producir de Ferrarini y haber podido probar todos su productos nos hizo muy felices.
Y ahora poder transmitir que es bien CIERTA, REAL Y VERDADERA, la forma en que esta empresa tiene de venderse hace que el Vasco,  se sienta muy orgulloso de poder traer a la Argentina unos productos de tamaña calidad.

En la empresa Ferrarini puede leerse:

"Gustando i prodotti Ferrarini potrai condividere con noi la passione per la bontà e per la convivialità di un certo modo, tutto italiano, di vivere."

Nunca tan bien dicho!
Chapeau, Ferrarini!

















































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