Acá por donde vivo, el día amaneció nuboso, fresco y con algunos rayos de sol prepoteándole a las nubes para poder salir. Y ese cielo me propuso un viaje al invierno que viví en Europa en enero y febrero pasado y, no sé porqué, me vi junto al gordi ( de aquí en adelante mi esposo y compañero) en la ventanita del magnífico B&B de Simone y Oscar, a 20 metros nomás de la Fontana di Trevi. Hallar este lugar me llevó bastantes horas de sentarme a aporrear el teclado de mi PC y comparar opiniones de otros muchos viajeros. A mí todas esas otras experiencias que muchísimos internautas
"cuelgan" han hecho de mis viajes, verdaderos aciertos.
La cuestión es que llegamos a Roma una noche de febrero y por cierto, al taxista que nos llevó hasta el corazón de la Fontana le costó bastante dar con la Vía dei Crociferi 40 ( después de estar una semana allí entendimos porqué.El trazado enmarañado de las callecitas romanas es bien caótico) donde estaba Simone esperándonos para entregarnos la llave del B&B y así tener la libertad de movernos a nuestro aire. Simone es un muchacho afectuoso, servicial, muy educado, que trata de asistirte en todo lo que puedas necesitar y te hace sentir que estás como en tu casa.
Las comodidades del lugar son realmente estupendas.

Llegamos, como les digo, de noche. Simone nos estaba esperando en la puerta. Subimos por ascensor ( que con bastante equipaje y tratándose de Roma es de agradecer) y nos mostró la habitación.
Quedamos encantados! Nos pareció realmente increíble. Espaciosa,moderna, nuevita, cómoda, con un colchón en excelente condiciones. El cuarto tiene detalles de diseño y al otro día veríamos también que la habitación era muy luminosa..
El baño muy, pero que muy limpio. También moderno, bien calefaccionado y con todos los detalles de un muy buen hotel. (No olvidar que se trata de un B & B!)
Abrimos la ventana del balcón y al asomarnos, casi nos morimos. Desde la intimidad de la habitación nos llegaba el rumor del agua de la famosa fontana y podíamos ver su perfil iluminado. Me sentí como la protagonista de "Elsa y Fred" ( film argentino, 2005 , dirigido por Marcos Carnevale, con la maravillosa interpretación de Manuel Alexandre y China Zorrilla ),que emulaba el enorme deseo de vivir la fontana a lo Anita Ekberg en la famosísima Dolce Vita.
Esa noche garuaba muy finito. Dejamos las valijas y salimos a dejarnos seducir por esa porción de una Roma desprolija, bella, romántica y antigua. Fue amor a primera vista. Cuando las callecitas empezaron a quedar deshabitadas de turistas y curiosos, sólo mi gordi y yo, nos hicimos con la Fontana. Nos la bebimos y engullimos casi de un sólo trago y mordisco. Cuánta emoción!!! Lo que cursilmente podríamos llamar un momento inolvidable, veramente.
Luego de hacernos con aquella noche tan increíble , pues a casita de nuevo a descansar.
Una vez en la habitación del Town House Fontana di Trevi, a descansar el alma y el cuerpo que por suerte, al otro día al despertar, nos esperaría un sustancioso desayuno.
Realmente muy recomendable, tanto es así que sin dudarlo siquiera un momento, volveremos!

