viernes, 29 de junio de 2018

A la mágica Liguria italiana

En Madrid pasamos sólo una noche y al otro día con el equipaje necesario para dos semanas en Italia marchamos muy de madrugada rumbo a Barajas terminal 4 para tomar un vuelo a Milán.


Re cara de sueño la pibita. Sarna con gusto no pica...pero mortifica!



Vuelo perfecto, aterrizamos en Milano Linate. De ahí colectivo que te espera justo en diagonal a la puerta de salida del aeorpuerto, a la estación central de trenes, que Milán la vamos a disfrutar a la vuelta, ahora nos toca viajar a Santa MargheritaLigure.
Llueve suavecito y está fresco...mala paciencia! Que estamos en Italia, la piú bella dil mondo!



La Estación Central de trenes de Milán es sencillamente increíble. 
Bellísima, enorme y súper bien organizada.



Listo...en viaje...pero "ojiguins" que tenemos que hacer transbordo en Rapallo. A no dormirnos!



Volvemos a partir  y en nadita a llegar.



Seguro ya sabés que todas las reservas en cuestión de hotelería la hago por Booking. Afortunadamente somos del grupo de los que nunca tuvo problemas con la empresa.  Hay que leer muchísimo antes de dar el ok, leer toooodo, todas las etiquetas y ventanitas que se van abriendo, toda la letra chica, de ese modo, es díficil aunque no improbable que te fallen. A nosotros nos resultó 10 puntos hasta ahora, aunque reconocemos que lo más conveniente es hacer las reservas directamente en cada hotel.

En esta oportunidad elegimos  Hotel Ligullio et de Milan. Un auténtico acierto! La habitación muy, muy cómoda, el colchón capaz que podría haber sido más durito, pero un cuarto bien insonorizado, el hotel en sí recontra re bien ubicado ( muy cerquita de la estación de trenes, a dos cuadras del mar, y a otras dos del centro del casco histórico), buena iluminación, muy limpio y aún no habíamos probado lo que sería un desayuno 1000 puntos. Así que está para tenerlo en cuenta y/o volver..ja!







Bueno, hecha la revisión de rigor, a la calle que ya entramos en la tardecita. Y lo primero que me roba el alma en este pueblo es la peculiaridad que observo una y otra vez en cada  fachada de los edificios.


Me pongo a investigar y me encuentro con este tipo de trabajo se llama TRAMPANTOJO.


Se trata de fachadas pintadas que simulan ser persianas cerradas, marcos de ventanas, basamentos, flores, balcones, elementos decorativos en general.



Recorrimos todo cuanto pudimos, cuanto nos dejó esa lluvia de bienvenida que vendría a bendecir el tiempo buenísimo que tuvimos hasta el final del viaje después.


Y si llegamos hasta esa ciudad fue para recorrer esta región de la que Génova es capital y que linda con Francia, con el Piamonte, con la región de Emilia Romagna y la Toscana.

Y además quería cumplir el sueño de dormir en Portofino con el Vasco del modo más romántico posible.




Las flores ya han nacido al abrigo de una primavera que a pesar de esta lluviecita sabemos que está.







 Santa Margherita nos gusta y nos sentimos felices de caminarla.



Ups, damos con este lugar gastronómicamente hablando muuuuy tentador, pero lo encontramos cerrado. Sin embargo volveríamos por la revancha y nos encontraríamos dentro con un verdadero exponente de los productos más preciados de la cocina italiana.


Seguimos...


Estamos re felices, este casquito histórico nos encanta. Ya aparecen los colores terracota, tan caracterísiticos de Italia.






Salimos de la iglesia, respetando el momento de oración que se manifestaba dentro y nos metemos a resguardo a tomar un cafecito. El pueblo parece desierto. Sigue lloviendo finito y casi no se ve gente por las calles. Los negocios cierran muy temprano.









El mar...cuánta hermosa energía nos da.






Jamás de los jamases, voy a olvidar el perfume que hay en el aire en la Liguria toda- o casi toda, ponele-. Mistura de azahares, aromos y jazmines. Sabés lo que es eso? Fiesta...fiesta!


Como la lluviecita no cesa, hoy pinta pic nic en el hotel. Y qué mejor que reenocontrarnos con los productos FERRARINI que el Vasco importa a la Argentina, cuyo prosciuto cotto es de lo más sublime que vas a probar en tu vida...te lo juro!



Pero no sólo de prosciutto italiano vive el hombre, también de la más delicada mortadela con pistachio, de un gorgonzola untuoso y magnífico y de la verdadera gloria bendita de la liguria: la Sra. Farinata.

Ay Dío mío! Grazie, grazie, grazie mille!!!


Con toda la compra hecha volvemos al hotel a descansar nuestra humanidad, que recién estamos empezando y este viaje se plantea muy exigido. Por hoy, más que agradecidos a la vida!



Hasta la próxima!