En viaje a Santander

Nos ponemos en camino, escuchando la radio que escucho a diario acá en casa o en la secretaría de la escuela. Cantamos, nos reímos y también discutimos por alguna decisión que nos impone el camino.

En camino al Norte, como es de esperar, el cielo empieza a cubrirse, no sabemos si es lluvia o frío lo que viene.

El camino es increíble, Todo autovía, así que cero estrés.

Este torito debe ser de los últimos que quedan en la ruta, pues los habían prohibido.

No me digas que no es una ventanita...la que me recuerda que aunque no lo veamos, el sol siempre está.

Los verdes empiezan a ponerse brillantes y muy bellos.

Cada cartel con indicaciones, es una tarjeta de invitación a lugares que merecen ser explorados.

Llegamos pasados el mediodía!

Nos alojamos en Vincci Hotel de Puertochico.

Todo un acierto.

Muy precioso lugar, con  comodidades muy valoradas, y un enclave excepcional. Frente a la bahía de Puertochico.

Desde nuestro balconcito.

Un cuarto de baño excelente!

Amenities y pequeños detalles que marcan la diferencia.

Para mi Vasco que es cafetero, acá también tener la Nespresso es todo un lujito.

Qué estarás pensando mi capitán de tantas aventuras?

Estamos enamorados del lugar. Estar frente al mar en el corazón de la bahía es todo un privilegio.

Y muy satisfechos de estar en esta ciudad que promete. El viernes te sigo contando.  Un beso grande y ojalá logre entusiasmarte con esta joya de Cantabria.

No podemos estar más agradecidos a la vida! Nos vemos el viernes? Abrazote!