Este post nació incentivado por la invitación de un grupo de bloggeras que cada mes quedan en compartir un mismo tema. Agradecí muchísimo la invitación y acepté contenta.
Este mes el tema refiere a cinco cosas que salvaríamos de un incendio. Primero pensé "¿5 nada más?" Pero inmediatamente después me di cuenta de que, aunque soy antojadiza en cuanto a los objetos y me gusta tenerlos conmigo, cuando me puse en situación y pasé lista mentalmente -además de cuestiones pragmáticas como el dinero y los documentos-, me di cuenta de que no tengo taaantas cosas de las que no puedo prescindir. Y creánme que es bien raro, porque ya les digo que somos -con el Vasco- de acumular muchas cositas, que por lo general traemos de los viajes.
Yo empecé a viajar a los 17 años, con amigas primero, sola después y una vez que uní mi camino al del Vasco, lo hice con él. Pero en todos y cada uno de esos viajes, traje y me traje muchísimas cosas. Pero no hablo de souvenires, eso no me atrae en absoluto, hablo de, por ejemplo tazas de coco hechas en Bahía-Brasil, de una alfombra hermosa hecha por unos artesanos bolivianos, 8 tajines muy pesadas que trajimos 4 y 4 con el Vasco dentro de nuestras mochilas, y así siguiendo.
A todos esos objetos les tengo un cariño profundo, porque ninguno fue traído cómodamente, siempre hubo cierto costo físico que lo hace más " heroico", jajaj!
Pero bueno, si sólo tengo que pensar en 5 cosas que alzaría para no perderlos en un incendio, sin dudas serían las siguientes:
En primer lugar mi chiche-fetiche, el más adorado: la tablet ( domésticamente llamada Xoomcito). No me desprendo -casi- en ninguna situación de ella. Desde que la tengo, me siento inmensamente contenta, como chico con bicicleta ( será porque siempre quise una bici y jamás me la regalaron).
En segundo lugar correría a salvar mis pasaportes, testigos de los viajes que son un inmenso motor en mi vida. Sobretodo mi primer pasaporte , el que desafió- en cierto modo- la potestad de mis padres, cuando una tarde de julio llegué a casa y les dije" el 25 de diciembre me voy a Europa".
Algo se veían venir, obviamente, porque ya lo había anunciado como un deseo irrevocable y ese año había trabajado en todo tipo de cosas: la escuela a la mañana por supuesto, a la tarde me habían contratado en un instituto para chicos coreanos para que aprendieran castellano, cuando volvía a la tardecita seguía con clases particulares en casa de mis padres, en fin ,ahorraba como loca. No o podían creer, en realidad creo que lo que no podían creer era que me fuera sola. Así que ese pasaporte refleja mi primera gran aventura, cuando todavía no existía la Comunidad Europea y pasar de un país a otro, suponía sellar varias veces el pasaporte.




Otro objeto que tardó en llegar a mi vida fue una buena cámara de fotos. Sabrán que adoro la fotografía, aunque no soy nada buena, me fascina sacar y mirar fotos. La que tengo en este momento no está funcionando bien ahora, pero me la regaló el Vasco para un cumple, la trajimos de un viaje y la quiero mucho, mucho. Jugar con la posibilidad de intercambiar los zoom y que sea reflex, en fin la convierte en uno de mis objetos más queridos.
Me gustaría mucho llegar a tiempo y salvar de dentro de un baúl que tengo unos 3 casetes de audio. El primero es de cuando cumplí los 11 años. casi muero de emoción cuando mis viejos al despertarme ese 20 de diciembre me acercaron una caja de zapatos. No era exactamente lo que yo me había imaginado, pero cuando la abrí y vi el grabador, el primero de mi vida y allí, dentro de la casetera, un casette con la voz grabada de mis viejos, deséandome un feliz cumple y dejando la huella para siempre de ese histórico momento familiar.
Los otros dos casettes guardan para siempre la voz de 5 personas a las que amé y amo con locura, pasión y devoción. Mis abuelos por un lado, la voz de mi "alma mater " por otro, la cuarta es de un hombre que resultó ser mi primer gran amor y por último la grabación de la ceremonia por civil de nuestro casamiento con mi Vasco del alma.
También trataría de cargar con todos los diarios íntimos y las fotos que guardo : desde las de mis bisabuelos ( guardo todos los rastros familiares), abuelos, las de mi infancia con mis padres y mis dos hermanos, las de mis padres cuando eran jóvenes, las de yo adolescente, las de mis primeros viajes, las de mis amigas, las de mi época en el Delta, de mis viajes con Adri, con Andre y con Emi, con Rita, con Silvina y por supuesto todos los hermosos viajes que hemos emprendido con el Vasco desde nuestro primer encuentro, las nuestro casorio y las de los viajes de viajeros.
Quieran los astros y las divinidades que nunca tenga que salir corriendo de mi casita, corrida por las llamas, pero, si así fuera, quieran esas divinidades que me de el tiempo como para rescatar a estos 5 elegidos.
Y ustedes cuáles 5 cosas salvarían??? Besotes
!!!!!!
Participamos en esta quedada de mayo...