jueves, 12 de marzo de 2015

Llegar de noche a Estambul.


Nosotros llegamos a Estambul desde Madrid a la nochechita.
Por cortesía del hotel teníamos el transfer desde el aeropuerto de Ataturk gratuito. Si hubiera sido pago, lo hubiéramos tomado igual, ya que no estaba segura de ubicarme completamente bien para llegar.

Allí estaba esperándonos muy gentil un turco auténtico quien nos condujo por las serpenteadas callecitas hasta llegar al hotel. Lloviznaba y hacía un frío bastante amable.



Una vez que dejamos todo en la habitación salimos - como hacemos siempre-  a dar unas vueltas para ver dónde es que estábamos.

A una cuadra y media de distancia teníamos las dos emblemáticas mezquitas : Santa Sofía y La Mezquita Azul.


La primera vez que las ves te quedás sin aliento. Por fuera La Mezquita Azul es abrumadoramente bella.










En Sultanahmet hay muchos restaurancitos típicos, algo turísticos muchos de ellos, pero siempre abiertos.





Descubrimos un posible camimo para el Gran Bazar, pero ya habría tiempo para ello.


Mucho colorido, mucho, que acompaña muy pero muy bien ese halo tan mágico que tiene  esta ciudad.


Así caminando sin rumbo, llegamos a uno de los tantos negocios en los que venden especias, tés de los más variados y dulces de esos melosos, empalagosos, llenos de pistacho, almíbar y hojaldre que tanto gustan a mi Vasco.


Estas golosinas tan típicas de Turquía  sí son disfrutables, al menos para mí. Son como caramelos enormes, que se venden trozados y están repletos de frutas secas. A mí que no me gustan casi nada estos tipos de dulces, la verdad que me supieron a rico.






Cata de dulces n° 1: Un viaje de ida!


El más riquísimo té que pude haber tomado jamás. Granada, canela y frambuesa. Deliciosoooo!


De tanto caminar nos metimos en uno de esos locales nada turísticos a probar algo para comer con sabor local

Para mí... ¿papa con vegetales ?. Pero qué papa!!!


La abren por la mitad y con un poco de manteca y un queso muy cremoso empiezan a trabajar la papa hasta hacer un puré de una textura increíble.
Luego por encima, los ingredientes que quieras.


El Vasco sin embargo carne de cordero y un pan emblemático de esta rergión.







 Mi papa estaba para aplauso, medalla y beso...además acompañada de jugo de kiwi natural...otra delicia!


Baklavas para mi Vasco. Feliz como niño con Play nueva.



Panza llena, corazón contento...volvemos al hotel a descansar .


Si querés saber más de Estambul o seguir el viaje, te espero acá. Hasta la próxima!




6 comentarios:

  1. MAriannnn, me rei sola, como te despertabas a la manana? la primera noche sali me da un ataque al corazon, no entendia nada de nada. Que rico se come? las frutas azucaradas me encantaron

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  2. Que lindas fotos!!! Todo se ve muy rico, la mezquita parece asombrosa, y esa cama es muy copada..
    Muy bueno!!!!

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  3. Que sueño debe ser todo ese paisaje!!! Madremia!! Pero sin embargo yo me quede colgada con las comidas!!!! Sera el hambre que tengo!!!! jejejeje Que ricooo!!!!! Yo me hubiese pedido el pan del vasco acompañado con tu papa!!!! jejeje

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  4. Debe ser increible ver las Mezquitas por primera vez no?! nosotros hacemos lo mismo cada vez que llegamos a una nueva ciudad... vuelta de reconocimiento! ja Besos

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  5. qué recuerdos, chica! parece que puedo oler las especias con esas fotos tan estupendas! Espero ansiosa por más...

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  6. Como me gusta leer tu blog siempre esta genial,pero cuando hablas de los viajes......... me encanta porque es sencillo recorrer esas calles desde la pantalla.
    Gracias por contarlo todo tan bien
    Marope

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