lunes, 4 de mayo de 2015

Hoy el capo es mi Vasco: En una Ferrari por París.

Arranca otro día y hoy nos vamos a caminar por Champs Elysées, la principal avenida de París. En cada viaje... siempre volvemos. Se encuentran allí las principales tiendas de moda, de accesorios, de artículos de lujo y todas las novedades en materia automovilística. El Vasco está con  ganas de darse un "gustolujo" del que se privó en los viajes anteriores.

A ver si se le da...


 Vamos a caminar todo cuanto podamos...



Amenaza lluvia.


Bebedero con onda.



No podemos dejar de hacernos este tipo de fotos, a pesar de ir una y otra vez.




Nomás cruzar el puente damos de lleno con Notre Dame.


Punto cero de la ciudad.




La ciudad en alerta a menos de un mes del ataque contra Charlie Hebdo. 
Policía y militares por todos lados.





Vamos saliendo de la pequeña isla.


Y vemos con asombro lo siguiente...


Justo a tiempo.


Ahora sí, al metro que nos vamos para el Arco del Triunfo.
No falta nunca el glam en los parisinos pura cepa.




Dejó de llover, así que aprovechemos!







Otra foto inevitable.Creo que es porque no nos lo creemos todavía.
7 años seguidos visitando París.


 

Caminamos y nos vamos encontrando con lugares asosmbrosos y tiendas muy bellas.



       El Vasco se demora en las concesionarias. 
Yo en las perfumerías. 
EL Vasco en las patisseries.
Yo en las tiendas.
El Vasco detrás de alguna zapatilla de esas que no se ven en ningún lado.
Yo, detrás de algún chocolate inolvidable.
Somos así.







Y ahora sí...mi Vasco se dio un lujazo. Un gusto, un capricho bien merecido... que venía posponiendo viaje tras viaje.
Por 89 euros condujo una Ferrari por París . Puede parecer poco o mucho, snob o tilinguería, según desde donde te pares a mirar. Para mí los caprichos no son mensurables. Se puede o no se puede. Y el Vasco se merece mil caprichos! Son aproximadamente 45 minutos conduciendo el automóvil que prefieras entre Ferraris o Lamborghinis,  acompañado por uno de los empelados de la empresa , quien también te indica el recorrido. 



Fue hermoso ver la cara de niño feliz cuando bajó del "cavallino rampante". Creo que esa sonrisa no se le borró de la cara y del alma por bastante tiempo.



Toda esa adrenalina nos permitió volver caminando, casi hasta el departamento de Le Marais. Ir por los Campos Eliseos es un verdadero placer.



 
                            Nos vamos acercando a la Place de la Concorde.
                           A toda hora es muy bella, pero de noche la borda.





Ups otra vez la llovizna... pero qué importa si estamos felices y tan agradecidos.





Entramos por Rue Royale para pasar por la Place de la Vendome y  tomar la calle  
 Saint Honoré para vivir parte de la fantasía que rodea a esta ciudad. Allí las marcas más conocidas del mundo muestran las nuevas tendencias, todos se dejan ver con la vestimenta más atractiva y diferente posible.
Todo es muy estético, muy cuidado en esa zona, sin embargo ninguna tienda causa más impacto que Colette, allí hay un mezclum de productos de vanguardia, desde pequeños objetos de culto hasta vestidos de la última colección de Ives Saint Laurent.
Colette es más que una tienda, es también un espacio creativo. Acá se presentan colecciones de ediciones limitadas de las grandes marcas francesas (Dior, Hermès, Chanel, Vuitton...)  y se realizan colaboraciones con diseñadores, perfumistas o maquilladores de todo el mundo Todo con el nombre “para Colette”, que vuelve loco a sus seguidores compulsivos y eclécticos.

Nos metemos y disfrutamos de los diseños, de lo muy distinto. Los precios son prohibitivos para nosotros dos, al menos. Así que luego de chusmetear bastante seguimos camino.



 
                                  A pesar de la llovizna seguimos caminando.
                                                     París nos tienes locos!


                                       El Louvre, ya visitado en otros viajes.



Ahora sí, la lluvia se deja caer con más fuerza  y todavía nos queda un paseo de media hora hasta el departamento. Así que nos montamos en el metro. Mirando y mirando me quedé atrapada con las zapatillas del flaco "cool" que viajaba junto a nosotros.



Ahora sí, vamos llegando...EL homenaje referido al ataque terrorista se expresa en muchísimos sitios de París.

El Hôtel de Ville no es la excepción y por ser e

Ayuntamiento de esta ciudad que  alberga las 

instituciones del gobierno municipal de París, muestra su 

adhesión al sentimiento de pesar del mundo entero.  


                                                   Bueno, vamos llegando a casa...



                       El Vasco locamente feliz! (pero cansadísimo de andar...jaja)


En el próximo encuentro te mostramos el Palacio de Versalles. 
Te espero por acá el miércoles. 
Que arranques bien la semana!

4 comentarios:

  1. Que bueno lo del Vasco, el paseo en un autito de esos esta en la lista de mis regalos al tano. En Maranello que ya fuimos pero se nos fue el dia y no lo hicimos, aca vas a la pista y creo que segun la tarifa tenes entre 2 y 4 vueltas en la famosa pista. Veremos pero creo que no hay hombre que lo resista. jajajaja
    AMO PARIS!!!

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    1. Le comenté lo de Maranello y quedó entusiasmadísimo, Vero! A ver si se nos da! Graciasss! Besote

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  2. Me encantó la idea los caprichos no son mensurables, se puede o no se puede, genial!!!!!

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