lunes, 10 de marzo de 2014

Y así fue como llegamos a Madrid, nuestra primera escala del viaje 2014.




Ya conocen bien en qué estado físico y mental encaré esta nueva aventura. No estaba de humor. Sentía miedo y desánimo. No iba a poder. Mi cabeza luchaba entre todo lo trabajado en terapia y todas las millas acumuladas de malestar registrado en el cuerpo y el alma, con cada sorpresivo e incomprensible ataque de pánico.
Cuando hablo de estos desequilibrios de la ansiedad, potenciados por una angustia miserable de la que no podés dar cuenta- al menos en mi caso-  no hablo de tenerle miedo al avión.
Llevo sobre el lomo más de 100 vuelos de todo tipo y sin embargo JAMÁS un vuelo significó sinónimo de miedo, de ahogo, de posibilidad de muerte, de no poder bancarme el encierro, de que seguro me faltaría el aire, de toda esa mierda que me tuvo de cabeza el año pasado.
Así que con toda esa mochila encima estaba paradita en Ezeiza con el Vasco esperando embarcar.
Esta vez volamos por Iberia y todo fue muy bien.


Antes de subir al avión tuve que llamar a Norma, mi analista, no podía hacerlo, estaba convencida de que no iba a salir bien. Con toda su ayuda y su aguante profesional, finalmente volé y al aterrizar y salir del aeropuerto, mi cuerpo volvió a registrar la felicidad que siempre me ha dado cruzar el charco con mi valija al hombro. Me sentí tannnnnn feliz, tan agradecida por volver a vibrar esa cuerda en mi cuerpo que no cabía de la alegría.


Con toda esa nueva adrenalina, esperamos el transfer que el hotel cercano a Barajas nos había ofrecido. Buscamos uno que estuviera cerca, ya que al otro día saldríamos temprano para Londres. La idea era llegar a Madrid, tirar todo en el hotel, tomar el metro al centro de la ciudad, darnos una vuelta, comer algo y descansar para que al otro día pudiéramos marchar a una de las ciudades a las que jamás nos cansará volver. Y así lo hicimos.


Habíamos reservado el Clement Barajas. Excelente opción! Muy bien de precio, buenos servicios, cercano a la estación de metro que te lleva al centro de Madrid, con un generoso desayuno buffet, en fin, la mar de bien!





Dejamos todo y a pataperrear!




El Vasco con cara de sueño...jaja!





Ya atardecía y la Puerta del Sol se matizaba con diversos colores.







Un aperitivo en Casa Labra antes de cenar...ricor!


A dormir que mañana volvemos a volar. Es genial que el metro conecte pleno centro madrileño con Barajas.



Después de un desayuno generoso, nos ponemos en marcha. EL transfer del hotel nos trae al aeropuerto. Sólo 10 minutos de carrera.




Esta vez sin miedo, más tranquila, pensando que mi suerte ya había cambiado. Y fue tan así que ni yo me lo creo. Se vienen nuevamente a Londres con nosotros? Abrazo!

8 comentarios:

  1. Aaaahhh Marian!!! estaba esperando tu recuento de viaje!!!! que lindo que ya haya comenzado la saga!!!
    Aqui espero ansiosa por tus aventuras!!!!

    Beso grande!!!

    PD: Aunque vos no lo supieras, todas sabiamos que lo ibas a lograr!!!! Besote!!

    ResponderEliminar
  2. Hola! Como suele suceder llego hoy por primera vez a raiz del "consejo" de blogs amigos. Me gustò mucho, pero mucho eh!
    Seguiré leyendote y acompañandote en tu viaje.
    Un beso

    ResponderEliminar
  3. Me parece genial, qué gran forma de enfrentar, ni me imagino lo terribleque debe ser un ataque de pánico, pero te felicito!!!

    ResponderEliminar
  4. el metro de Madrid y sus trenes de cercanías son lo más!!! te conectan con todo y tan fácil!!
    que bueno que pudiste volver a conectar con la felicidad viajera, yo sabía que iba a ser así :)
    Obvio espero Londres! un beso!

    ResponderEliminar
  5. Uhhh, no sabía que le tenías temor a los vuelos. Pero qué bueno que pudiste hacerlo también esta vez!!! Aplausos!!
    Nunca fui a Madrid, no sé cómo decirlo, pero se ve rara... histórica y la imaginaba moderna a más no poder. Nada que ver, no?

    Vamos a Londres!

    ResponderEliminar
  6. Marian no se a que deben exactamente tus ataques de pánico, pero me alegro que pudieses vencerlos y emprender un nuevo viaje...ya veo que tu paso por Madrid fue fulgurante...al menos pudiste dar un paseito y disfrutar de la comida...
    seguro que seguirás descubriéndonos cositas de cada lugar que visites...
    Espero que tu nuevo laburo sea mas llevadero y te vayas integrando poco a poco y sintiéndote mas cómoda y feliz...
    un abrazo

    ResponderEliminar
  7. Que bueno que pudiste hacerle frente a esos ataques de panico, subirte al avion y disfrutar del viajecito!! Ya espero leer mas de este, pinta bien el comienzo!
    besito

    ResponderEliminar
  8. Mariam, que hermosa se ve madrid, y hasta barajas, me había olvidado que era así. Me alegro mucho que el pánico lo dejaste en baires o mejor dicho en el cheking y se fue pa otro win, ahora quiero ir a londres!! pd que era ese aperitivo, papas rebosadas? mmmmm

    ResponderEliminar

Y ¿qué te pareció?.Gracias por pasarte y alimentar este espacio. Si es con buena onda, muchísimo mejor.