Cirujeando un cajoncito maltrecho

Nunca pensé qué levantaría algo de la basura ajena. Pero un miércoles a la vuelta de una cursada, cuando el vasco me había ido a buscar e íbamos en camino a comernos algo rico, antes de volver a casa para descansar, allí estaba este cajón de cajonera, bastante desvencijado, pero a la vez con posibilidades. Hacía rato que andaba en busca de un cajón similar para acovachar ahí todos los frasquitos que tenemos con especias.
Así que le pedí al vasco que porfi me hiciera el aguante y parara para que me lo pudiera llevar.
Un poco incrédulo paró el auto, creo que convencido de que no me lo llevaría, porque entre muchas razones , sabe que soy medio asquerosita y porque además como pieza no tiene mayor valor.
Sin embargo, lo miré bien y dije...se viene con la viajera.

La idea primera, no prosperó. Después de haberlo limpiado bien, lo probé con todos los frasquitos y no me resolvía nada, tampoco aportaba nada estéticamente a la cocina.

Así que pensé y pensé y sí, le encontré el lugar.

Debajo de nuestro "mueble" ( un rejunte de ladrillos y madera estacionada) que hace las veces de estantería para bancar la tv, el equipo de dvd, de música y directv.A ese espacio le estaba haciendo falta un "algo" donde guardar los dvd musicales, que siempre nos gusta tener más a manos.

Así que puse manos a la obra.

Ya conocen de mi predilección por París, así que pensé que usaría algunos papelitos que siempre me traigo de los viajes y bueno, así fue quedando.

Lo forré por dentro con un planito de la ciudad que usaba en cada viaje, todo escrito y pegado con cinta adhesiva a fuerza, de llevarlo con nosotros en cada recorrido.

Le pegué tickets de vuelos, la tarjeta personal que nos regaló el mejor afinador de quesos de todo París, boletos del metro, del tren...en fin de esos papelitos que nos dicen:"sí...es cierto, estuviste ahí".

Todavía me faltaba forrarlo por debajo. Así que ahí metí un collage de imágenes revisteriles.

Le faltaba unas rueditas. Entonces cuando ya salía a comprarlas el vasco se acordó que teníamos sin usar un carrito de esos que van debajo de heladeras o lavarropas, así que sin más, lo probé, lo pegué y perfecto!

Y con la ansiedad propia de una torpe pero apasionada a la hora de hacer y terminar, esperé como los niños a que se secara y ...listo!

Bueno, es hora de salir pa' la escuela. La señorita maestra está viviendo unos días bastante complicados, así que quizás esta semana esté un poco desaparecida.

Les dejo un besote, muy buena semana para todos y todas y nos estamos viendo.