lunes, 9 de diciembre de 2013

Un viaje inolvidable: Marrakech y Essaouira.

 
 Muchas me preguntan por el viaje a Marruecos. Les cuento nuestra experiencia.

En el año 2009 hicimos con el vasco nuestro primer viaje a Europa juntos. Y se nos ocurrió elegir 2 ciudades a cada uno y tomarnos una semana en cada ciudad entre enero y febrero. No sabíamos aún que después regresaríamos año a año hasta ahora. Y entonces lo vivimos con enorme intensidad, felicidad y asombro.
El viaje no seguía ninguna lógica. Sólo nos íbamos a dar el gusto de conocer ciudades que veníamos soñando conocer.
Para el vasco significaba su primer viaje al viejo continente y eligió Madrid ( con algunas otras ciudades españolas) y París ( en la que coincidimos ampliamente).
Yo me decidí por Marrakech ( a la que sumaría Essaouira) y Venecia. La primera no la conocía, la segunda sí, pero quería verla de un modo romántico, aprovechando que en esta oportunidad iba con mi muchacho.
El viaje a Marruecos, era una deuda que me había quedado de un viaje de soltera y no defraudó en absoluto, es más fue como entrar a una dimensión totalmente fantasiosa, ¿un cuento? No lo sé bien, pero fui muy feliz en ese lugar tan lejano y diferente a nuestros hábitos, modos de ver el mundo, a nuestras creencias,  alimentación, moda...qué sé yo. Les muestro algunas de as 1000 y 1 fotos de este rincón del mundo donde "Las Mil y una noches" no es una historia de fantasía, es pura realidad.
Les comparto ...



Llega un momento en que uno no sabe si es parte de su ensoñación o verdaderamente los marroquíes siguen viviendo como nos muestran. Pero después de estar allí varios días, uno se da cuenta de que sí, de que todo eso es real, de que es el cotidiano lo que resulta tan maravilloso para el viajero.

Había averiguado muchísimo y fue de enorme ayuda el blog español losviajeros. http://www.losviajeros.com

Allí hice todas las consultas habidas y por haber para ir mejor pertrechados a una tierra tan lejana en costumbres e idiosincrasia.
Finalmente nos decidimos por alojarnos dentro de la medina y fue, sin dudas la decisión más acertada. En ese laberinto de callecitas y paredes ocres, coloradas y naranjas te transportaba una y otra vez a un tiempo que jamás pensamos vivir. Los dueños del Riad ( que es como se llaman este tipo de alojamientos)  eran una pareja de franceses que dejaron su cómoda vida en el continente europeo por iniciar una aventura en continente africano. Los riad son casas dentro de la medina, bellísimas, que - conservando la arquitectura original- se convirtieron en hoteles confortables y muy amigables. No duden ni por un momento dormir dentro de la medina, es una experiencia invalorable.
 Aquí van los datos del riad que nosotros elegimos, pero hay cientos allí dentro.

 Riad Eden. Le Riad Eden est une maison d'Hôtes dans la Medina de Marrakech

Información de contacto
Teléfono
  • +212 672046910Celular
  • +212 524440903Celular

Dirección





  • 25, Derb Jdid - Riad Zitoun Lakdim
  • 40000 Marrakech, Morocco

Usuario
  • Riad-Eden(Skype)

Sitio web


Dirección de correo electrónico
  • contact@riadeden-marrakech.com

Facebookhttp://facebook.com/riadeden
 






 
 
 









 

Oír las oraciones que cíclicamente se repiten durante el día cada tantas horas desde la Koutubia es toda una experiencia religiosa.


 


 

 


Desde nuestro riad a la famosísima plaza Jamâ Fna, patrimonio cultural de la humanidad,  teníamos poquito camino para andar, 5 minutos quizás. En esa plaza convergen la verdadera vida de esa comunidad que- aunque se alimenta del turismo- sin dudas permanecería intacta con su trajinar diario, porque es allí donde realmente vive el pueblo. Allí comen, allí escuchan atentos como niños las historias y los cuentos de narradores orales, allí compran medicinas naturales, se tatúan con gena, comercian, beben té de menta, cantan, bailan, hacen acrobacias, hipnotizan a los reptiles y participan  ellos de las fantasías tangibles,  más increíbles para un occidental










 


A las 6 de la tarde llueva o no, empiezan a aparecer los carritos en lo que horas después comenzarán a despachar comidas, bebidas, jugos de naranja, para- en su mayoría- lugareños. Pero a nosotros dos nos encanta inmiscuirnos en los hábitos de la gente del lugar y animados por la cocinera Narda Lepes que ese año había hecho un programa genial desde allí, terminó por decidirnos a cenar en la plaza todas las noches, mezclados con los marroquíes sin en el menor inconveniente. La seguridad es casi absoluta, nos decían que para el rey de Marruecos, es importantísimo el turismo, así que hay muchísima policía de civil dando vueltas por todos lados. Nosotros nos manejamos siempre a patita, no dejamos de meternos por todos lados y jamás tuvimos un problema.

Fuera de la medina, la ciudad se pone más coqueta y es donde vive la clase más acomodada. Los hoteles son todos de 5 estrellas, pero aunque híper confortables, no tienen ese clima local verdadero de los riads.

En nuestro caso, como a nosotros nos encanta cocinar, una mañana los dueños del riad nos acompañaron hasta un mercadito a comprar especias para las tagines, corderos y demás. Fueron super amables!!!!!!!!!
Salir a hacer compras es una verdadera perdición. Meterse en los zocos de la ciudad es un viaje de ida...jajja. Regatear es una actividad que obligatoriamente habrá de iniciarse en cada compra por mas insignificante que fuera. Si no,  lo toman a mal, y no te venden. Es un juego que puede llevarte varios minutos. Si vas acompañada, lo ideal es que uno haga de bueno y el otro de malo. Los entretiene muchísimo y - por consejos de los dueños del riad- siempre hay que pagar aproximadamente en un 40 o 50% del valor inicial. Si se saca menos, genial, pero lo justo generalmente ronda en esas proporciones.
Nosotros nos trajimos de todo en nuestras mochilas, desde tagines que llegaron intactas a Argentina, hasta telas, mantas hermosas, túnicas, babuchas, alguna bojouterie bereber...en fin...



 


Nos vamos a Essaouira....







Nos detuvimos en una cooperativa en la que se produce el aceite de Argán que es muy preciado en la cocina marroquí y hasta en la cosmética. Es muy caro, pero es realmente novedoso su aroma y sabor. Allí trabajan las mujeres a mano, para extraer de esas "nueces" ese aceite tan valioso.




 
 
 






La verdad que volvería. Marrakech es una ciudad embriagadora, sensual, inquietante y tentadora.

¿Seguimos viajando? Capaz que ya te he mareado con tanto ir y venir. Pero mañana te espero con el pasaporte pronto para volver a recorrer otras ciudades europeas. Te venís? Besotes y buen comienzo de semana!

5 comentarios:

  1. Marruecos....lo más cerca que estuve de Marruecos fue un romance con un marroquí ....un romance en inglés pero shhhh no digas nada :)
    Lectora
    mateando y recordando a Aziz

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  2. Mmmmmm, suena muy prometedora esa historia, espero haberte traído gratísimos recuerdos de tu marroquí. Besos, Lectora!

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  3. Ay ay ay! Marrakech se quedó con mi vesícula el dia de mi cumpleaños, asi y todo, volvería. Es todo tal cual lo describis,algo a conocer y vivir antes de morir. Sobre todo si te gusta el buen comer y la arquitectura...
    El te de menta mas rico del mundo se sirve ahi. Las tagines mas ricas del mundo se comen ahi.
    Gracias por llevarme de viaje con vos!!!
    Besos linda!
    Mechi

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  4. Que lindo que hayan decidido asi a que ciudades ir, y que hayan podido volver en tantas ocasiones después.. que bonito es viajar, cuanto para descubrir!!! Además ustedes lo disfrutan un montón, da gusto leer sobre sus travesías..
    besito

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  5. divinoooo! cuando iba viendo las fotos de la plaza y el mercado... me acorde de ese programa de Narda! y despues justo la nombraste!! me gustaria mucho conocer esas culturas tan diferentes del Norte de africa, esos colores... elegiste bien! beso

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