Ámsterdam en invierno

 

 

Habiendo llegado a la mitad del año, atravesando otra vez, ataques de pánico, con Morenita otra vez internada en terapia intensiva, con mi cuerpo y mi mente que no dan más, con mis desencuentros con mi vasco hermoso, con mi amiga Marina que no termina de vivir,  creo que ya se me pasó el cuarto de hora para ir contando paso a paso el viaje de este verano 2013 ( léase enero-febrero ), pero como hay algunos amigos de este espacio que me lo vienen reclamando y como necesito que mi cabeza empiece a reconciliarse con lo que más me gusta hacer en esta vida, acá va. Ojalita me acompañen!

Voy a empezar por saltarme a la torera el orden real del viaje, y comenzaré por la ciudad estrella de este último viaje: Ámsterdam. Y hablo de ciudad estrella, porque ha sido él único punto nuevo en nuestro viaje, ya que a fuerza de eterno amor, siempre volvemos a París, Roma, Londres y Madrid. Hemos decidido que cada vez que podamos volver incluiremos un punto nuevo, a lo sumo dos, pero no más como para poder estar tiempo suficiente en esos destinos, sin quitarnos tiempo para las 4 ciudades que amamos.

 

Arrancamos temprano en el aeropuerto de Fiumicino-Roma.

 

Y a horario arrancamos.

Con esa sorpresa de niños al ver la nieve cubriéndolo todo, no despegábamos la ñata del vidrio de la ventanilla.

Niebla, nieve, frío y una ciudad para pataperrear durante una semana magnífica.

De adentro del aeropuerto salimos en un tren que nos dejaría en la Estación Central.

Y como en un cuento, conejitos salvajes correteaban ajenos a nuestro encanto, a la vera de lo rieles del tren.

Ya se asoman las primeras construcciones tan típicas de esta ciudad de los Países Bajos.

Llegamos nomás!

Estación central de Ámsterdam.

El primer contacto con los holandeses. Me parecía increíble -al andar los días- la altura de los hombres y lo coquetos que son en sus versiones más o menos masculinas. Todos bombonazos!




Vi un montón de tipos que estaban buenísimos y super producidos, pero onda "cayual"...jajaj que les quedaba divino!

Vamos a por Ámsterdam....Brrrrr, qué frescor!

" Caminante no hay camino, se hace camino al andar"

 Besos para todos los que gustan de andar y de andar y para quienes no, ojalita les contagiemos esta pasión. Abrazote lleno de vida!