Postales de una Ámsterdam, ciudad de detalles, diseño y gente muy agradable.

Este fin de semana tan frío en Buenos Aires nos tiró de un patadón a esta Ámsterdam que nos encanta! Salir con la cámara de fotos era adictivo. Es - por ejemplo-la primera ciudad europea donde vimos lugareños que salían a la calle con el perro, como tantísimos acá en Bs As. Nos llamó tanto la atención, quizás por el contraste con otras ciudades en las que jamás lo vimos. También se ven familias con niños pequeños y eso no se ve mucho en otras capitales europeas. Acá la gente pareciera que lo pasa bien. No desconocemos que su nivel de vida es superior a alguno de los otros países europeos .

No es una ciudad barata en absoluto, pero tienen cubiertos un montón de servicios públicos de calidad. Seguramente habrá quienes no la pasen nada bien, como en todos lados, pero en general se ve un clima social en mejores condiciones- por lejos- que lo que venimos sintiendo en Francia, España, Italia, Portugal o Grecia.

Nos abrigamos y salimos a pataperrear!

El Palacio Real en plena plaza Dam.

Otra vidriera de un café, tan generosa en detalles de diseño.

A punto de entrar a la casa de Ana Frank . Estábamos ansiosos y nerviosos. No salimos con ninguna sonrisa. Lo que vivimos allí dentro nos revolvió muchísimo. Se vive con mucha claustrofobia. Profunda tristeza.

No es una preciosura?

Los fondos de las casa en chanfle.

No le aflojan a la bici ni los días de nieve o lluvia.

Un clásico del fast food al paso. Por uno o dos euros, se puede comer desde croquetas, hasta hamburguesas o papas fritas recién hechas. Solo colocás la monedita en la ranura y para calentarte la panza con tu tentempié rápido es una solución genial. Rico, higiénico y barato.

Estos carritos los vimos por todas partes utilizados en su mayoría por gente mayor. Con el vasco ya vamos pensando en conseguirnos algunos para cuando estemos más chacabucos.

No es linda? Besotes y a pasarla lo mejor que se pueda!